El uso de abonos orgánicos está reimplantándose con fuerza en el ámbito de la jardinería y las floristerías. La creciente preocupación por la utilización abusiva de fertilizantes artificiales, por el cuidado del medio ambiente y la salubridad de los cultivos son algunas de las razones que explican este cambio de conducta, y es que son muchas las ventajas que proporciona su uso.
El abono natural, milenios de efectividad demostrada
Desde el Neolítico, el ser humano es capaz de influir en los ciclos productivos de la tierra, y con el tiempo, ha ido desarrollando la capacidad de añadir sustancias que favorecen el crecimiento y multiplican la producción.
Hasta la época industrial siempre se han utilizado desechos orgánicos y deyecciones animales como fertilizante natural, pues esta práctica aportaba numerosos nutrientes a la tierra que devolvía el favor produciendo más.
Con la instauración de una sociedad de consumo que prima la producción intensiva, la inmediatez y el consumo compulsivo, los fertilizantes artificiales se hicieron imprescindibles en los cultivos, pues su rápida absorción permite una aceleración en la producción. Pero los daños colaterales no son pocos ni inocuos: aumentan la salinidad de la tierra, contaminan las aguas subterráneas y matan ciertos microorganismos que, a la larga, son útiles para las plantas.
En la actualidad, ha surgido una conciencia ambiental que aboga por revertir los profundos y diversos comportamientos humanos lesivos con el medio natural. Esta concienciación y los pesimistas datos científicos del estado del planeta han ayudado a darle la importancia que merece al uso de abonos orgánicos como garantía de sostenibilidad del suelo y sus cultivos.
En Verger Natura nos dedicamos a la elaboración de fertilizantes ecológicos destinados al mundo de las floristerías y la jardinería doméstica, pues apostamos por el uso de productos ecológicos en los cultivos que garantizan un desarrollo natural de los cultivos.